Este año decidi documentar a diario a mi familia. Porque los amo y veo día a día como crecen (más rapido de lo que yo deseo), como el tiempo pasa y tengo que buscar en mi memoria el recuerdo de las manitos regordetas de Cami (que ya pronto cumple 15, si, 15 años) dibujando sus primeros garabatos, o las travesuras de Santi de pequeño, o las primeras sonrisas de Nico.
Y como la memoria es tan impredecible, no confio en ella. En vez de dejar todo en sus manos, ayudada por mi camara, pongo mi ojo y mi corazón en línea para armar esta memoria fotográfica.
Que sin dudas es para mí, pero algún día será sólo para ellos, el pequeño-gran tesoro de tener su infancia plasmada en fotos.
Aqui pueden ver el proyecto completo: